En un trabajo exhaustivo sobre el fenómeno del falso-self, J. Chasseguet Smirgel se basa en un cuento del poeta Andersen como metáfora del valor oculto y discreto de lo auténtico -que tendría que ver con lo que está "vivo", ya que engendrado y capaz de engendrar- opuesto a lo artificial y engañoso, situado fuera del principio de filiación.
La exposición de la autora utiliza varios ejemplos no sólo extraídos de la clínica, sino también del cine, la literatura o el teatro: tanto la configuración psíquica de las personalidades en "falso self" como las producciones artísticas o literarias carentes de autenticidad, obedecerían a una problemática homosexual y anal predominante, que eventualmente puede alcanzar extremos paranoides. Según ella, el fondo del problema sería la imposibilidad de que el sujeto proyecte su narcisismo sobre su padre y su pene.