Propongo ir más allá de los falsos estereotipos que han dividido a los psicoanalistas contemporáneos freudianos y relacionales en cuanto a la autorrevelación. Comprender las autorrevelaciones realizadas por analistas de todas las tendencias en el curso de su trabajo cotidiano requiere una perspectiva relacional e intersubjetiva, pero no un cambio de paradigma. Las revelaciones del trabajo analítico cotidiano se basan en una relación bipersonal en la cual dos subjetividades se dedican a la ¿psicología unipersonal¿ del paciente. Tres amplias ilustraciones clínicas comparan y contrastan las autorrevelaciones inevitables que forman parte del tratamiento psicoanalítico con aquellas más explícitas, conscientes y deliberadas que sirven a un objetivo específico del tratamiento. Las revelaciones e interacciones, tal como se entienden en este marco de trabajo, pretenden demostrar mutualidad, pero no necesariamente simetría e igualdad de autoridad en la relación analítica. Las autorrevelaciones del analista, aunque indudablemente orientadas por la contratransferencia y otras reacciones personales, pretenden facilitar y profundizar un proceso en el cual la vida psíquica del paciente ocupa el lugar central.