Marta Izquierdo Rojo
Introducción y desarrollo. El concepto de terapia génica implica la transferencia de material genético a una célula, un tejido o un órgano con el fin de curar una enfermedad o al menos mejorar el estado clínico de un paciente. Los componentes esenciales de la terapia son: un vector capaz de introducirse eficiente y selectivamente en las células que constituyan el foco de la enfermedad, y un gen terapéutico que represente un remedio genético para la patología. En terapias contra el cáncer se utilizan preferentemente los retrovirus como vectores al infectar exclusivamente las células en división. Entre las estrategias más populares y exitosas de terapia génica contra el cáncer se encuentran la inmunoterapia, la antiangiogénesis, la utilización de genes ¿asesino-suicidas¿ y el bloqueo de oncogenes con ARN de interferencia. Conclusiones. Cada una de estas terapias se ha verificado en líneas tumorales cultivadas, así como en animales de experimentación, donde se ha observado un efecto antitumoral claro con ausencia de efectos secundarios apreciables. En la actualidad, la mayoría de estas estrategias se encuentran en fase clínica, pero aún no constituyen una opción terapéutica.