El trabajo se realizó a partir de una invitación de las entidades vecinales de La Mina, un barrio de la conurbación de Barcelona cargado de factores de riesgo psicosociales y sociales. La propuesta del trabajo consiste en reflexionar sobre el futuro del propio barrio desde la perspectiva de la salud mental teniendo en cuenta las actuacoines urbanísticas que se están realizando a su alrededor, tales como el Forum de las Culturas y la nueva reordenación del litoral barcelonés.
Se recogen experiencias y estudios de las Unidades de Salud Mental (adultos, niños y drogodependencias) que durante 18 años actuaron en dicho medio. Se hace hincapié en la importancia de la 'red profana' de contención y en las dificultades de la intervención profesionalizada en medios urbanos con acumulación de factores de riesgo psicosociales. Esas experiencias y reflexiones se ponen en relación con experiencias claves en salud pública contemporánea, tale como los estudios de Roseto (Pensilvania, USA y Withehall). Esa reflexión conflictiva es la que da lugar a un esquema, el de los niveles para la contención, que desde entonces he utilizado en diversos campos y, en especial, para la relación entre planificación regional y salud mental.