Federico Munne
Como sabemos, una de las consecuencias de la tan repetidamente citada "crisis" de la Psicología Social ha sido justamente la de "descubrir" que los psicólogos sociales se habían ocupado y preocupado muy poco de la historia de su disciplina, como pusieron de relieve, entre otros, Jones y Kronus (1979), Morawski (1979) o Samelson (1974). Por otra parte, a veces se ha dicho (por ejemplo Hagstrom, 1965) que la preocupación de una disciplina científica por su propia historia es un síntoma de madurez. Pues bien, si todo ello es así, entonces la "crisis" de nuestra disciplina ha servido para dar mayor madurez a la Psicología Social, ya que a partir de ella, y como una de sus consecuencias, los psicólogos sociales comenzaron a preocuparse de su historia (Buss, Baumgardner, Bramel, Hendrick, Jones, Morawski, Samelson, etc.), aunque ello no era algo absolutamente nuevo, ya que existían importantes, aunque escasos, antecedentes (Karpf, 1932; G. Allport, 1968).