Se ha realizado una encuesta a personas que tuvieron que decidir sobre donar o no donar órganos de familiares fallecidos; se comprueba que las variables más importantes en la decisión son: a) respecto del donante: la manifestación en vida sobre su voluntad de donar; b) respecto al decisor: el nivel de estudios, la preocupación sobre posibles irregularidades en el proceso de donación y la influencia sobre aspectos estéticos del cadáver; c) con relación a la unidad hospitalaria en la que fue internado el donante: la información proporcionada por los médicos a la familia; y d) con relación al personal sanitario solicitante de la donación: la comprensión por el decisor del concepto ¿muerte cerebral¿ y la influencia positiva del solicitante de órganos. Los decisores donantes perciben en su entorno un cambio más favorable hacia la donación que los no donantes y éstos se muestran más predispuestos a donar en el futuro. Las campañas de mentalización para mejorar las actitudes hacia la donación deberían de tener en cuenta estas variables.