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María Soledad Ibarra Saiz, Carlos Sánchez Rojas
En este trabajo proponemos cómo facilitar el desarrollo del diagnóstico y la orientación de forma que participen activamente todas las personas implicadas. Partimos de la consideración del diagnóstico y la orientación como un proceso continuo, de construcción y dinámico, que tiene su más amplio sentido en el contexto donde se produce la enseñanza-aprendizaje. Para ello, en primer lugar, nos situamos en la autoorientación, por lo que supone de autonomía, reflexión y otras competencias cuya importancia es manifiesta en la toma de decisiones personales, académicas y profesionales. En segundo lugar, proponemos el portafolio, como una alternativa para realizar el proceso de autoorientación. En definitiva, este artículo se centra en los aspectos que consideramos más significativos para elaborar un portafolio sobre orientación vocacional, ofreciendo diversas alternativas y posibilidades que se irán incorporando, modificando,... según las necesidades manifiestadas. No es, por lo tanto, una propuesta cerrada o estática, sino una reflexión sobre las posibilidades que más frecuentemente utilizamos en nuestro trabajo
