Este trabajo es una reflexión sobre el papel que se le otorga la Literatura en los actuales planes de estudio de Educación Secundaria y Bachillerato y sobre el lugar que ocupa en la metodología didáctica de las programaciones de lengua. Se revisan brevemente las aproximaciones actuales al fenómeno literario --contraponiendo las tesis deconstructivas a la concepción universalista en la interpretación literaria-- y se reivindica la dimensión historicista y textual de la disciplina, necesaria para situar a los alumnos ante los fenómenos culturales. Se aportan ejemplos de programación centrados en la literatura medieval: la figura de la mujer, del morisco y del juglar.