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Paul P. Goudena, José A. Sánchez Medina
El presente artículo se basa en el estudio realizado en centros preescolares de Holanda y Andalucía. En el mismo se observó la conducta de juego de preescolares que asistían a centros urbanos y rurales de ambos países. Los datos mostraron una clara diferencia en la orientación social de la conducta de juego de los preescolares. El juego de los niños holandeses tendía a ser más individual y orientado a la exploración del medio físico. En cambio el juego de los niños andaluces tenía una mayor orientación social, es decir, estaba más centrado en las relaciones entre los niños.
Esta tendencia general se veía reducida cuando se comparaban los centros urbanos, y ampliada en los centros rurales.
Estos datos son consistentes con los encontrados por otros estudios transculturales que muestran que el juego de los niños refleja el ambiente cultural de los mundos adultos en los que se desarrollan. En nuestro caso, las diferencias en las conductas de juego de los niños se pueden interpretar en base a la orientación individualista o colectivista de las culturas holandesa y andaluza respectivamente.
Junto a esta tendencia general, se analiza el papel que juega la organización del patio del recreo (distribución física, objetos presentes, etc.) en la orientación de la conducta. Se muestra cómo los patios de recreo en ambas comunidades culturales son diferentes, lo que juega un importante papel en la determinación del juego del niño. Esta diferencia es interpretada, más que como un sesgo metodológico a evitar, como una instanciación de nociones sobre el desarrollo y la educación infantil presentes en ambos entornos culturales.
This article is based on the study carried out in Andalusian and Dutch preschool centres in which play behaviour of children who attend rural or urban schools in both countries was observed.
The data showed clear differences in the children�s playing behaviour�s social orientation. Dutch children�s play tended to be more individualistic and headed towards physic world�s exploration.
However, Andalusian children�s play was more socially directed, that is, it was more centered on the relationships among children. This general tendency was diminished when urban schools were compared, and increased when contrasting the rural ones.
These data are sound and agree with the data collected in other cross-cultural investigations, which indicated that children�s playing reflect the cultural environment of the adults� worlds in which they develop. In our case, the differences in the children�s play behaviour may be interpreted in terms of the individualistic or collectivitist orientations of the Dutch and Andalusian cultures, respectively.
Along with this general tendency, the role that the playground organization (physical distribution, present objects, etc.) holds in behaviour�s orientation is analyzed. The fact of how both comunities� playgrounds are different is shown, and this plays an important role in the child�s playing determination . This difference is interpreted, not as a methodological bias to be avoided, but more as bounded to notions on development and children�s education, present in both cultural environment.
