Carmen de la Cámara Arilla
Las nuevas tecnologías de la era de la información y la comunicación por un lado, y los cambios en la organización del trabajo por el otro, están provocando una profunda transformación de la manera de trabajar. La economía global pide este cambio y la tecnología lo permite. Las empresas pueden localizarse en cualquier lugar del mundo, y las estructuras organizativas se flexibilizan. Estas transformaciones tienen claramente consecuencias para los mercados de trabajo. El nuevo mundo del trabajo es más inseguro y menos dependiente. Es en este contexto en el que situamos nuestro interés por el teletrabajo. Este es un modo de trabajo susceptible de acaptación a la exigencia de flexibilidad y que las nuevas tecnologías facilitan. La hipótesis que planteamos en este estudio es que esta modalidad de trabajo se está desarrollando conforme a pautas de externalización y secundarización del mercado de trabajo. (A.)