María José Sánchez
Los medios audiovisuales, desde su propia denominación, parecen poner límites al acceso de dos importantes colectivos, como son los de las personas sordas y el de las personas ciegas. El contenido audio resulta al margen de los sentidos de una persona sorda, así como los contenidos visuales al margen de las percepciones de una persona ciega. Pero esto que conceptualmente resulta tan básico, también de una forma muy secilla, puede encontrar una solución fácilmente ejecutable. Se trata de convertir en contenidos visuales los sonoros básicos para la comprensión del audio del audiovisual, es decir, escribiendo el texto que de forma oral es emitido de manera ordinaria, y así crear subtítulos, y convertir en mensajes sonoros las imágenes que resultan importantes para la completa comprensión, creando así la audiodescripción.