La subtitulación es el recurso más extendido para garantizar el máximo de accesibilidad a la información a las personas con discapacidad auditiva, puesto que permite transcribir la locución de un mensaje oral a un texto escrito. Es imprescindible para el 90% de la población con discapacidad auditiva cuyo vehículo de comunicación es la lengua oral, facilitando la literalidad de la información en la expresión de la propia lengua oral. No sólo posibilita el acceso a la información, a la cultura y al ocio, sino que, además, en el caso de los niños, tiene un valor didáctico añadido, actuando como refuerzo de la propia competencia lingüística en la lengua oral de su entorno y como estímulo de la lectura como paso indispensable para acceder a la cultura. Asimismo, reporta beneficios a las personas oyentes que quieren perfeccionar un idioma o aprender una nueva lengua, mejorando la habilidad lectora, la ortografía y el vocabulario.