Introducción. La epilepsia en ancianos es una patología muy habitual, que difiere en etiología, presentación clínica y pronóstico en relación con los pacientes más jóvenes. Desarrollo. Por encima de cierta edad se producen modificaciones fisiológicas en el metabolismo que alteran la farmacocinética de los fármacos antiepilépticos (FAE) y aumentan el riesgo de interacciones farmacológicas, ya de por sí mayor en estos pacientes por la frecuencia de la polifarmacia. Por otro lado, los pacientes ancianos son especialmente sensibles a ciertos efectos secundarios de los FAE, como pueden ser los trastornos cognitivos, la osteoporosis o el aumento de peso. Dado que la eficacia de los FAE mayores es a priori bastante similar, y que las epilepsias a las que nos enfrentamos a esta edad son en principio de buen pronóstico, la elección de los FAE va a depender más de su farmacocinética y de la capacidad de inducir determinados efectos secundarios que de su eficacia. Conclusiones. El levetiracetam y la pregabalina, seguidos de la oxcarbacepina y la lamotrigina son los que tienen un perfil farmacocinético más favorable. Además, estos fármacos tienen en general escasos efectos cognitivos, no inducen osteoporosis y, salvo la pregabalina, no modifican el peso, lo que los convierte en los fármacos de primera elección para el tratamiento de la epilepsia en los ancianos