En un mundo asolado por la depresión, convertida ya en un lugar común del hombre contemporáneo, ¿qué es lo que de verdad puede curar, sino el deseo? Ese otro deseo que el dispositivo analítico presentifica: aquel que pasa por el Otro, aunque su finalidad última sea encontrar la buena separación, aquella que no se basa en el pasaje al acto o en la renuncia.