Bernard Rimé, Nekane Basabe Barañano, Darío Páez Rovira
Desarrollamos un marco de análisis funcionalista de las actividades colectivas de recuerdo, incluyendo el compartir social de las emociones y la participación en ceremonias y rituales, basado en el texto clásico de Durkheim "Las formas elementales de la vida religiosa". Las formas colectivas de afrontamiento de las emociones son funcionales porque refuerzan la auto-estima y la afectividad positiva, ayudan a la integración social interpersonal, sirven de soporte a la cohesión social y fortalecen las creencias sociales, mediante el aumento de las emociones compartidas y la percepción de similaridad con otros. Este texto sintetiza una serie de estudios que confirman el modelo neo-durkheimiano: las personas que participaron más en manifestaciones una semana después del 11 -M, informaban a las tres semanas de mayor apoyo social subjetivo, menor soledad, más afectividad positiva y mejor auto-concepto, confirmando que los rituales refuerzan la integración social interpersonal. También se confirmé que los rituales fortalecen las creencias sociales positivas: la participación en rituales reforzaba el acuerdo con los beneficios personales, interpersonales y sociales de la reacción al trauma. Altos niveles de participación en manifestaciones predijeron a los dos meses un clima social positivo, confirmando que los rituales refuerzan la cohesión social.
A social functionalist framework of collective activities of remembering, including social sharing and participation in ceremonies and rituals, is exposed, based on Durkheim classical text "The Elementary forms of Religious Life". Collective coping with emotional episodes is functional because it reinforces self-esteem and positive affect, fosters interpersonal social integration, supports social cohesion, and reinforces positive shared beliefs about society, by increasing shared emotionality and perception of similarity and convergence with beliefs and feelings of others. This text synthesizes studies confirming the neo-Durkheimian model: a higher level of participation in demonstrations one week after M-11 predicts a higher level of subjective social support, less loneliness, higher positive affect, and more positive self-concept three weeks after March-Eleven, confirming that rituals reinforce social integration at an interpersonal level. Results also support that rituals help to construct positive social beliefs: participation in demonstrations predicts higher agreement with psychological, interpersonal and social benefits of traumatic reaction three weeks later. Furthermore, higher levels of participation in demonstrations predict higher perceived similarity with others and a more positively perceived emotional and social climate two months after the attacks, confirming that rituals reinforce social cohesion