Silvia López
El desarrollo de la competencia social de niños / as y adolescentes tiene una importancia primordial tanto a nivel cognitivo como desde el punto de vista de la formación moral. Se puede hablar de las habilidades sociales entre el conjunto de comportamientos interpersonales que va aprendiendo la persona y que configuran su competencia social en los diferentes ámbitos de relación. Las habilidades sociales, permiten a la persona encontrarse mas aceptada y valorada por los otros ya que manifiesta conductas de carácter asertivo, es decir, conductas que expresan sus sentimientos, deseos, opiniones... , de una forma abierta y sincera. Un curriculum de educación ético- moral debe potenciar el aprendizaje de las habilidades sociales, y en especial el desarrollo de estos comportamientos que posibilitan una interacción social positiva en los diferentes ámbitos de relación (escuela, barrio, familia...).