En este artículo el autor se refiere a la compleja interacción que se produce entre los niños y la televisión. Se hace referencia en primer lugar a la presencia de este medio en nuestra vida diaria y su influencia directa e indirecta en el desarrollo del niño. Se pone también de relieve lo precipitado de muchas opiniones descalificatorias de la televisión a la que se acusa ser un medio "pasivo", y se plantea la relación del telespectador con los contenidos que se le presentan como una interacción, donde el niño desarrolla una importante actividad mental. Por último el autor pone de relieve la necesidad de que padres y educadores adopten una postura abierta y reponsable sobre el papel que las nuevas tecnologías pueden jugar en el mundo educativo y en el futuro de nuestros niños.