Keith Topping
Es ya un lugar comun en la literatura sobre el fracaso escolar el reconocer la gran importancia que tienen los denominados "factores extraescolares" (lease fundamentalmente familiares en las primeras etapas de la vida de un niño) en la incidencia del fracaso. Pero solo recientemente está calando en nuestro país la idea de que hay que pasar de la mera exposición de hechos ya conocidos a la acción educativa directa. Asi, se sabe desde hace tiempo que los lectores no se hacen en la escuela, sino en el hogar. Como tambien se sabe que la escuela tiene un papel inexcusable en la consolidacion y en la creacion de buenos lectores. Gran Bretaña ha sido sin duda un pais pionero en la identificacion de esos hechos y en la busqueda de soluciones que pongan a trabajar a todos los sectores implicados en los problemas educativos: este artículo es un ejemplo del potencial educativo del trabajo conjunto de padre y maestros en la enseñanza de la lectura. Brinda no solo una técnica concreta para abordar ese trabajo, sino la filosofía -derivada del decisivo informe bullock sobre el lenguaje- que aglutino en gran bretaña a un importante núcleo de investigadores y educadores en torno a la puesta en marcha de programas educativos urgentes en los que la escuela es solo co-protagonista en el reparto de responsabilidades.