Este artículo analiza los posibles beneficios psicológicos que pueden tener las conductas prosociales en el individuo que las manifiesta y se toma como base para ello un concepto humanista de la Psicología Adleriana, el del Sentimiento de Comunidad. Se citan diversos estudios empíricos que apoyan esta idea y que evidencian que ayudar a los demás de forma voluntaria puede ciertamente tener un efecto positivo no sólo en el bienestar de la persona ayudada sino también en la salud mental de la persona que ayuda.