Carlos Nemirovsky
Es este un trabajo acerca de las perspectivas derivadas de las ideas fundamentales de D. Winnicott y H. Kohut. No analiza en forma sistemática los aportes, sólo intenta señalar lo medular de sus contribuciones al psicoanálisis, así como algunas de sus semejanzas y de sus diferencias.
Las patologías que nos interrogan en nuestros días (especialmente los esquizoides y los borderlines) se gestan en los desencuentros y en las separaciones -se nutren de ausencias- quitándole a la histeria el privilegio que había adquirido en el siglo pasado. Muchos sufrimientos psicológicos del hombre a partir de la postguerra, son como consecuencia de no poder hallar con facilidad la presencia o la disponibilidad de un semejante, la comprensión, el encuentro, la cooperación intergeneracional, el respeto a la intimidad, que en plena sociedad posindustrial rehuyen tanto más que en la época de la modernidad freudiana.
Los autores precitados y algunos de sus contemporáneos, comienzan a preocuparse por el individuo que produce el medio urbano de hoy y ello se refleja en las búsquedas que los orientan.
Conocer distintos esquemas referenciales teóricos permitirá sin duda intentar ir más lejos en los planteos de buscar nuevos modelos, más abarcativos, sin reducir, en lo esencial, las propuestas originales de cada autor. No sólo será de utilidad evitar reduccionismo dentro del campo del psicoanálisis, sino establecer (como parece hacerlo necesario la clínica de los pacientes que hoy vemos, cada vez más complejos) lazos respetuosos y productivos con la psiquiatría, las neurociencias, con otras psicologías, la antropología y la sociología con las que tendremos que dialogar y enriquecernos.