Cuando la población objetivo de un sondeo son colectivos especializados (médicos, abogados, etc.) es usual utilizar directorios profesionales de cada uno de éstos, pero ¿qué ocurre cuando el objeto de estudio es la población general? En este trabajo se responde a esta pregunta, analizando hasta que punto es correcta la utilización de la guía telefónica como marco poblacional para encuestas personales (cara a cara), telefónicas y por correo. Con este fin exponemos los resultados de una investigación realizada con una encueste postal, que posteriormente fue completada con una encuesta telefónica y otra personal. La hipótesis planteada postula que el principal problema de la utilización de la guía de teléfono como marco poblacional es la dificultad para conseguir una adecuada representatividad de la realidad objeto de estudio.