En una muestra de 108 estudiantes de segundo curso de bachillerato se han evaluado la intención de conducta frente a una situación de riesgo simulada de transmisión sexual del virus del sida y los conocimientos y creencias respecto a los métodos preventivos más eficaces para evitar la infección con el VIH. Aunque la mayoría de los jóvenes informan sobre su intención de llevar a cabo conductas preventivas con una pareja a la que acaban de conocer, el 11 % de ellos pondría en claro riesgo su salud. Más de las dos quintas partes de la muestra comunican que no pensaron en el sida en el momento de decidir su respuesta: casi todos ellos, tanto chicos como chicas, se preocuparon por los embarazos. La práctica totalidad de los estudiantes consideran que el preservativo es el método más eficaz para la prevención de la transmisión sexual del virus del sida y piensan que su eficacia es elevada. En ninguna de las variables examinadas se han encontrado diferencias significativas en función del sexo. El análisis de los datos cualitativos permite detectar la existencia de creencias erróneas en algunos estudiantes que convendría tener en cuenta en los programas preventivos futuros y que sugieren la conveniencia de insistir con claridad en los aspectos biológicos de la transmisión, en lugar de emplear expresiones culturalmente sesgadas. También se debería aprovechar la preocupación que causan en un gran número de jóvenes los embarazos no deseados para promocionar el preservativo como anticonceptivo. De esta forma disfrutarían de una triple protección: frente al embarazo, el sida y otras enfermedades de transmisión sexual.