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En el año 2001, los herederos de Santiago Ramón y Cajal y la Universidad Europea han reeditado un valioso conjunto de textos del histólogo aragonés, pertenecientes a la época en que éste atravesaba aún por su etapa de formación. Anteriores en su mayoría a 1888 -año en que empieza a utilizar el método de Golgi en las preparaciones microscópicas-, incluyen la disertación que pronunció en la defensa de su tesis doctoral; los artículos que firmó con el pseudónimo del DoctorBacteria; cuatro trabajos sobre microbiología; y una serie de investigaciones experimentales que van desdeestudios sobre el tejido óseo a consideraciones sobre la fibra muscular del corazón.
Según se afirma en la introducción que precede a la mencionada edición, parte de estos artículos era hasta ese momento completamente desconocida. Concretamente, los artículos titulados "El protoplasma", "La última sesión científica del Ateneo", "Los actos reflejos y la filosofía del inconsciente", "Una obra de Histología e Histoquimica del Doctor García Solá", así como la reseña sin título de los Prolegómenos de Anatomía de Salustiano Femández de la Vega, nunca fueron incorporados por Cajal a su Curriculum ni incluidos en los listados de sus obras. El valor historiográfico que poseen es, pues, indiscutible a la hora de reconstruir el mundo intelectual del joven científico, y conseguir no sólo un acercamiento descriptivo a los núcleos de sus intereses temáticos, sino, igualmente, una aproximación a sus primeras convicciones metodológicas y epistemológicas.
De significado singular para este último propósito es el artículo repartido en dos números de la revista La Clínica de Zaragoza "Los actos reflejos y la filosofía del inconsciente", La Clínica, 201 (1881), 265-267, y 204 (1881>, 292-293. Desarrolla Cajal en él un alegato firme en favordel método experimental y en contra de la especulación metafísica que intenta invadir la esfera autónoma de indagación que corresponde a la ciencia natural. El pretexto lo constituye una valoración de la filosofía del inconsciente de Eduard von Hartmann, quien había publicado en 1869 su obra Phiosophie des Unbewussten. En nuestro trabajo hacemos una aproximación al contenido de este singular texto cajaliano, y procuramos definir cuáles eran las líneas rectoras de sus asunciones en el ámbito del método y la fundamentación del conocimiento cientffico.
