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Julia García Sevilla
En los últimos años se ha generado un gran interés por el estudio de las relaciones entre las experiencias atencionales y emocionales. Los estudios de priming afectivo (Fazio, Sanbonmatsu Powell y Kardes, 1986) han demostrado que la latencia de respuesta ante un estímulo está mediada por la relación afectiva entre el primer estímulo señal (prime) y el posterior estímulo de prueba (target). El tiempo preciso para evaluar o pronunciar el target se ve facilitado si está precedido de un prime de similar valencia (por ejemplo, cancer-dolor), a la vez que se vé inhibido cuando ambos poseen valencia afectiva opuesta (por ejemplo, cancer-alegría). Este hallazgo ha sido replicado en numerosas ocasiones, demostrándose que este efecto es independiente de la longitud de la palabra estímulo, así como que puede generalizarse a una gran variedad de estímulos. Este trabajo revisa el paradigma del priming afectivo, sugiriendo su utilidad en numerosos ámbitos de la investigación de la psicología experimental cognitiva, social y clínica.
