Francesc Palmero Cantero
En el presente trabajo analizamos la relevancia de la dimensión cognitiva en el estudio de los procesos emocionales. A lo largo de los años, y de forma progresiva, ha ido consolidándose la idea de que la ocurrencia de una emoción requiere de un procesamiento cognitivo específico, referido a la relevancia o significación que posee para un individuo el estímulo o situación que es objeto de dicho procesamiento. Dentro de esta orientación, una de las vertientes que más debate ha suscitado en los últimos años tiene que ver con la relación existente entre procesos afectivos y procesos cognitivos. Dicho debate ha dado lugar a que se proponga la eventual independencia entre dichos procesos, aludiendo incluso a la primacía de cada uno de ellos sobre el otro. A nuestro modo de ver, se trata de un debate estéril, ya que los conceptos utilizados para hablar de la relación no son equiparables: si bien es cierto que, para que ocurra una emoción, es necesaria la existencia de un proceso cognitivo referido a la valoración que realiza un individuo sobre el estímulo en cuestión, no es menos cierto que dicho individuo experimenta un determinado humor o estado afectivo actual en el momento en el que lleva a cabo el procesamiento cognitivo. Aceptada en la actualidad la necesaria existencia de un procesamiento cognitivo para que ocurra un proceso emocional -la emoción es la respuesta a una valoración significativa-, así como la influencia del humor sobre el procesamiento cognitivo, los modelos más recientes se centran en el establecimiento de la secuenciación procesal de la emoción. Son las formulaciones multinivel, a partir de las cuales se puede entender cómo un estímulo es percibido, evaluado y valorado según unas pautas particulares, referidas al sistema de creencias de un individuo, así como al conjunto de sus experiencias y de sus expectativas. Ahora bien, el modelo permite explicar por qué en un determinado momento un determinado estímulo posee unas características específicas para un individuo y otras características para otro individuo, incluso cómo un mismo estímulo puede tener distintas connotaciones para un mismo individuo en dos momentos diferentes.