Felipe Llamas Sánchez
Hablar hoy de los presupuestos participativos es hablar de una realidad en la gestión pública local que, según las estimaciones más recientes, se está aplicando en más 250 ciudades y otros espacios supramuncipales. Es hablar de una dimensión financiera donde cientos de millones de euros son debatidos por la población de estas ciudades -cientos de miles de personas- en un complejo instrumento de innovación democrática y participación ciudadana en la toma de decisiones en la gestión pública, conformando un proceso -a nivel global- de nueva gobernabilidad local que pone a debate las clásicas formas e instituciones de la democracia representativa y que permite escuchar la voz de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones y en las agendas políticas a partir de nuevas demandas participativas y nuevas praxis de innovación democrática.
¿Cuáles son sus dimensiones políticas, participativas o financieras? ¿Cuáles son sus efectos sus ventajas, sus limites, sus desafíos y sus riesgos? Estas son algunas de las preguntas a las que se intenta dar repuesta en este articulo; sintetizando algunas de las ideas claves de las investigaciones más recientes, así como de las lecciones aprendidas de la experiencia concreta que se viene realizando en una ciudad española: Córdoba.