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Elida Alfaro
Hoy en día, ya nadie pone en duda que para conseguir el desarrollo pleno del ser humano es preciso atender todos los ámbitos en el que éste es capaz de manifestarse: cognitivo, afectivo, social y psicomotor; sin embargo, exceptuando el ámbito puramente deportivo, todavía existen algunas reticencias para incluir a las personas que poseen altas capacidades motrices en el selecto grupo de los superdotados. El estudio de los sujetos que presentan desde edades tempranas una predisposición para resolver problemas motores mediante la realización de conductas motrices altamente eficientes ha llevado a la identificación de los factores cognitivos, físicos y funcionales que sustentan el talento deportivo y ha permitido establecer modelos de intervención para que los más capaces logren el éxito personal y el reconocimiento social. El deporte de alta competición constituye el nivel más alto de realización deportiva, ya que sus objetivos y desarrollo se fundamentan en la obtención de los mejores resultados, los cuales son valorados a través de la competencia con otros sujetos que buscan los mismos objetivos y en contextos específicamente diseñados para este fin. Por ello, es, también, el marco adecuado para la demostración y la valoraci ón del talento deportivo y, dentro de éste, los Juegos Olímpicos representan el mayor exponente de los logros obtenidos por los sujetos con altas capacidades motrices. En el ámbito del deporte de alta competición, en general, y en de los Juegos Olímpicos, en particular, las mujeres con talento deportivo han luchado y siguen luchando para conseguir los apoyos y el reconocimiento deportivo y social. Las biograf ías de algunas de las deportistas más destacadas nos descubren, junto a los éxitos deportivos, las discriminaciones de las que han sido objeto, los esfuerzos, las renuncias y, también, otros logros personales y sociales que han sido capaces de combinar como exponente de su excelencia. La situación actual del deporte femenino de alta competición y el análisis de las dificultades que todavía tienen las mujeres para participar en equidad con los hombres nos induce a pensar que es necesario mantener los programas de apoyo para la práctica deportiva de las mujeres e intervenir de manera diferenciada en los distintos ámbitos de realización deportiva.
Nowadays nobody doubts that in order to get full development of human being it is necessary to give attention to all the contexts in which he is able to perform: cognitive, affective, social, psycho-motor; however, excluding the purely sport field, there is still some obstacle to include people with high motor skills in the elite group of the gifted. The study of individuals who from early age present some disposition to solve motor problems by performing highly efficient actions, has helped in the identification of cognitive, physical and functional factors on which sport talent rests and has allowed to establish intervention models, so that the most able achieve personal success and social recognition. High Competition sport is the higher level of sport performance, because its objective and development are based on getting the best results, which are valued through the competition with other subjects which are looking for the same objectives and contexts designed specifically for this purpose. Thus, it is also the appropriate framework for the demonstration and appreciation of sport talent, and within this framework, the Olympic Games represent the fullest expression of the results obtained by individuals with high motor skills. In the context of high competition in general, and in the Olympic Games in particular, women with high sport talent have fought and are still fighting to get support and recognition within the sport and in society. The biographies of some of the most outstanding sport women show us, together with the sporting successes, the discriminations they have suffered, the effort, the self-denial, and also the personal and social achievements which they have been able to combine as an expression of personal excellence. The situation of high competition women in sport and the analysis of the difficulties that women still find when trying to participate in equality with men, make us think that it is necessary to keep the support programmes for women in sport and to participate in a differentiated way in the different contexts of sport performance.
