El objetivo de este artículo es acercarnos a la presencia y participación de las mujeres en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y evidenciar si aún persiste en este espacio el tradicional modelo dicotómico y estereotipado de lo masculino y lo femenino.
El interés dé este análisis radica en que es precisamente en el ámbito educativo donde se inician las transformaciones necesarias para un efectivo cambio en la estructura social. Se está hablando así, de la necesidad de mirar este espacio como el lugar donde se adquieren los conocimientos, las habilidades y los contactos necesarios para desarrollar una vida laboral que posibilite la mejora de la carrera profesional, aumentando la posibilidad de adquirir, consciente o inconscientemente, tanto una mejor calidad de vida, como los recursos necesarios para afrontar en mejores condiciones el envejecimiento. Se está hablando, al fin, de la distribución de poder entre los géneros o de "igualdad de oportunidades" y de la superación de la persistente discriminación y empobrecimiento, que especialmente en los últimos años de su vida, sufre la mujer.