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El presente estudio constituye el primer intento para generar repertorios de responder relacionalmente de acuerdo a opuestos como conducta operante generalizada, cuando está ausente en niños pequeños. Participaron en el estudio tres niños con edades entre 4 y 6 años. Una tarea básica de solución de problemas fue adoptada de la investigación previa para entrenar y probar patrones de responder relacional de acuerdo a opuestos. Esta tarea implico presentar al niño varios billetes idénticos en tamaño y proporcionarle las siguientes instrucciones, por ejemplo: ¿Con este billete se pueden comprar muchas (o pocas) golosinas, y es opuesto a este billete, ¿con cual de los dos podrías comprar el mayor número posible de golosinas?¿ Ninguno de los participantes superó los tests de línea base para patrones específicos de comportamiento relacional de acuerdo al opuesto. A continuación se emplearon exitosamente varias intervenciones con todos los participantes para establecer estas respuestas relacionales así como para aumentar los patrones complejos de responder al opuesto, incluyendo el entrenamiento y la prueba a través de diferentes series de estímulos y de diferentes números de series. Los tests de generalización también demostraron que el comportamiento relacional se generalizó a nuevos estímulos estímulos y experimentadores. Además, el uso de una condición de reforzamiento no-contingente con un participante durante la cual no se logró ninguna mejora, junto con reversiones de la contingencia para todos los niños, indicaron que el responder a opuestos entrenado y probado puede ser considerado una forma de conducta operante generalizada. Estos hallazgos proporcionan apoyo a la investigación previa en esta línea y apoyan la aproximación de la Teoría del Marco Relacional al comportamiento relacional derivado, y al análisis funcional del lenguaje humano y la cognición. Interpretaciones alternativas de los datos son también consideradas.
The current study constituted the first attempt to generate repertoires of relational responding in accordance with opposite, as generalized operant behavior, when they are found to be absent in young children. Three children, aged between 4 and 6 years, participated in the study. A basic problem-solving task was adopted from previous research to test and train patterns of relational responding in accordance with opposite. This task involved presenting a child with various numbers of identically-sized paper coins and providing the following instructions, for example: ¿This coin buys many (or few) sweets, and is opposite to this coin, which would you take to buy as many sweets as possible¿? All three participants failed to pass baseline tests for specific patterns of relational responding in accordance with opposite. Various interventions, including training and testing across different stimulus sets and across different numbers of sets, were then successfully used with all participants to establish these relational responses as well as increasingly complex patterns of opposite responding. Generalization tests also demonstrated that the relational responding generalized to novel stimuli and experimenters. In addition, the use of a non-contingent reinforcement condition for one participant, during which no improvement was made, together with contingency reversals for all three participants, indicated that the trained and tested opposite responding may be considered a form of generalized operant behavior. These findings support previous research and lend positive support to Relational Frame Theory¿s approach to derived relational responding, and to the functional analysis of human language and cognition. Alternative interpretations of the data are also considered.
