En el trabajo de intervención con mujeres que sufren maltrato abundan básicamente dos líneas de trabajo. Por una parte las originarias de enfoques más cercanos a la psicología clínica, que según nuestro criterio tienen un sesgo individualista y corren el riesgo de reducir esta problemática al ámbito privado. Por otro lado las que ponen más énfasis en las condiciones sociales estructurales que determinan dicho fenómeno. Intentando transcender estas dos visiones vamos a proponer un modelo de intervención desde enfoques socio-construccionistas y post-estructuralistas que dan cuenta del carácter relacional y históricamente situado de la violencia doméstica, ofreciendo formas de intervención basadas en conversaciones dialógicas que abren posibilidades a otras narraciones del yo y por tanto nuevas formas de subjetividad.