San Cristóbal de La Laguna, España
Este estudio experimental analiza las respuestas cerebrales ante distintos estilos musicales en función de la experiencia musical del oyente. Utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), se evaluaron tanto la activación cortical como la conectividad funcional entre regiones cerebrales (señales BOLD) en dos grupos de participantes: melómanos y no melómanos. Los sujetos realizaron una tarea de escucha musical activa en cuatro condiciones: música tonal (extracto de J.S. Bach), música atonal (obra original sin estructura tonal), ruido blanco y silencio. Los resultados indican diferencias significativas entre ambos grupos, observándose en los melómanos una mayor activación de áreas asociadas con la emoción, el control motor y la integración sensoriomotora, así como patrones de conectividad más amplios y consistentes entre regiones corticales y subcorticales. En cambio, los no melómanos mostraron respuestas más localizadas y de menor intensidad. Estos hallazgos sugieren que la familiaridad y afinidad con la música influyen en la arquitectura funcional del cerebro durante la audición musical. En conclusión, este estudio aporta evidencia empírica sobre el papel modulador de la experiencia musical en la percepción y procesamiento cerebral del sonido, destacando cómo la música no solo se percibe, sino que se integra de forma diferenciada en función del bagaje del oyente. Estos resultados pueden tener implicaciones relevantes en el diseño de intervenciones basadas en música, tanto en contextos educativos como terapéuticos.
This experimental study analyzes brain responses to different musical styles depending on the listener’s musical experience. Using functional magnetic resonance imaging (fMRI), both cortical activation and functional connectivity between brain regions (BOLD signals) were evaluated in two groups of participants: music lovers and non-music lovers. Subjects performed an active music listening task under four conditions: tonal music (excerpt from J.S. Bach), atonal music (original work without tonal structure), white noise, and silence. The results indicate significant differences between the two groups, with music lovers showing greater activation in areas associated with emotion, motor control, and sensorimotor integration, as well as broader and more consistent connectivity patterns between cortical and subcortical regions. In contrast, non-music lovers showed more localized and less intense responses. These findings suggest that familiarity and affinity with music influence the brain’s functional architecture during music listening. In conclusion, this study provides empirical evidence of the modulatory role of musical experience in the perception and neural processing of sound, highlighting how music is not only perceived but is also integrated differently depending on the listener’s background. These results may have relevant implications for the design of music-based interventions, both in educational and therapeutic contexts.