Puerto Rico
La percepción de las personas confinadas está mediada por estereotipos y prejuicios construidos socioculturalmente. Este estudio transversal tuvo como objetivo examinar posibles estereotipos físicos y sociales que tienen las personas puertorriqueñas sobre la población confinada. Recopilamos los datos con un cuestionario electrónico que explora la percepción de estereotipos (p.ej. tatuajes, sexualidad) y de la reinserción social. Un total de 197 personas adultas entre 18 y 77 años de edad participaron en el estudio (75.5% mujeres y 21% hombres). La mayoría (8 de 10) de las personas participantes entiende que los tatuajes y perforaciones corporales no representan una marca exclusiva de las personas confinadas. La percepción general respecto a la edad y sexo se alinea con las estadísticas oficiales. Sin embargo, la percepción de la muestra sobre la salud mental y la actividad sexual de las personas confinadas no necesariamente se alinea con el perfil real. En este estudio, seis de cada 10 participantes conocían a una persona confinada o ex confinada. En conclusión, la reinserción social de las personas confinadas es un reto interdisciplinario y resulta importante discutirlo desde enfoques tanto humanitarios como científicos.
The perception of incarcerated individuals is mediated by stereotypes and prejudices that are socioculturally constructed. This cross-sectional study aimed to examine possible physical and social stereotypes held by Puerto Rican individuals about the confined population. We collected the data using an electronic questionnaire exploring perceptions of stereotypes (e.g., tattoos, sexuality) and social reintegration. A total of 197 adults between the ages of 18 and 77 participated in the study (75.5% women and 21% men). The majority (8 out of 10) of participants believed that tattoos and body piercings are not exclusive markers of incarcerated individuals. General perceptions regarding age and sex were consistent with official statistics. However, sample’s perceptions of the mental health and sexual activity of confined individuals did not necessarily align with the actual profile. In this study, six out of ten participants reported knowing someone who is or was incarcerated. In conclusion, the social reintegration of confined individuals represents an interdisciplinary challenge and should be addressed from both humanitarian and scientific perspectives.