El estigma social hacia las sexualidades no convencionales afecta negativamente la salud mental de quienes las practican. La patologización y la falta de formación profesional en el tratamiento de personas con intereses parafílicos contribuyen a la brecha de conocimiento científico. La comunidad kink sufre las consecuencias de ser una minoría sexual, intersectando con otras identidades sexuales y de género. Este estudio exploratorio recopila información sobre la influencia del estigma hacia las personas con intereses parafílicos/BDSM/kink. Las bases de datos incluyeron PsycInfo, Scopus, PubMed y Web of Science, sin limitaciones de fecha ni idioma. Mediante revisión por pares, se seleccionaron 42 estudios que abordaron el estigma institucional, percibido y actuado, y sus consecuencias en las personas con intereses kink. La intersección de esta comunidad con otras minorías vulnerables, junto con la opinión pública negativa, compromete la calidad de los servicios psicológicos y sanitarios. El estigma internalizado perjudica la salud mental, pudiendo derivar en ideas suicidas. Además, la calidad de la atención sanitaria es insuficiente debido al limitado conocimiento de los profesionales, lo que pone de relieve la necesidad de una mejor formación y sensibilidad clínica. A pesar de estos desafíos, la comunidad BDSM surge como un espacio de resiliencia y apoyo mutuo.
Social stigma towards non-conventional sexualities adversely impacts the mental health of those who practice them. Pathologization and the lack of professional training in treating individuals with paraphilic interests contribute to the scientific knowledge gap. The kink community suffers the consequences of being a sexual minority, intersecting with other sexual and gender identities. This scoping study gathers information on the influence of stigma towards individuals with paraphilic/BDSM/kink interests. Databases included PsycInfo, Scopus, PubMed, and Web of Science, without limitations on date or language. Through peer review, 42 studies were selected that addressed enacted, perceived, institutional stigma, and their consequences on individuals with kink interests. The intersection of this community with other vulnerable minorities, along with negative public opinion, compromises the quality of psychological and healthcare services. Internalized stigma damages mental health, potentially leading to suicidal ideation. Additionally, healthcare quality is insufficient due to the limited knowledge of professionals, highlighting the need for better training and clinical sensitivity. Despite these challenges, the BDSM community emerges as a space of resilience and mutual support.