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Muchos de los menores tras la ruptura conyugal de sus padres se sienten diferentes, hasta extremo de ocultar activamente la separación de sus padres, llegándoles a producir gran sufrimiento y angustia que, en algunos casos, desemboca en desequilibrio psicoemocional (Fariña y otros, 2001). Guiados por este planteamiento, el programa de intervención "Ruptura de pareja, no de familia" tiene entre sus objetivos flexibilizar el concepto de familia, identificando los distintos tipos de familia. En este trabajo presentamos aquellas actividades dirigidas a desmitificar los aspectos negativos asociados a la separación conyugal, destacando las ventajas de la nueva situación parental, al tiempo que se potencia la tolerancia y el respeto hacía la diferencia. En este sentido, el grupo participante intercambia experiencias sobre el divorcio con otros niños que también han vívido esa situación, a fin de favorecer la normalización y de ofrecer el apoyo emocional necesario para minimizar los sentimientos negativos, así como las concepciones erróneas y los problemas prácticos vinculados a esta contingencia. En este caso, los directores emplean distintos recursos didácticos (i.e. dramatizaciones con marionetas, mapa conceptual, relatos de historias y dibujos) con el propósito de potenciar la motivación y la participación activa de los menores en el programa. Como resultado de esta intervención esperamos que los menores logren una mayor adaptación a la nueva situación parental, al tomar conciencia de los cambios familiares positivos que se producen después del divorcio.
