Mayosmary Grimaldy Suárez
A lo largo de este ensayo, se ha reflexionado críticamente sobre la importancia de la oralidad en la escuela considerándola un medio para el desarrollo de ciudadanos críticos y activos, dispuestos a transformar la sociedad. Por otro lado, la oralidad además de un aspecto expresivo constituye un acto dignificador del ser humano que al mismo tiempo es de condición de producción colectiva del conocimiento que potencia a los estudiantes para participar conscientemente en su entorno. De esta manera, la oralidad se consolida en la escuela al promover el debate, la reflexión crítica y la democracia. La oralidad desde la escuela cumple, en esta perspectiva, cuatro dimensiones. En primer lugar, La oralidad como herramienta de formación de la ciudadanía crítica. Seguidamente de, las técnicas grupales que garantizan la colaboración, la argumentación y el aprendizaje dialógico. En tercer lugar, la multimodalidad es aquella que diversifica las posibilidades expresivas y asegura la inclusión. Por último, la formación docente como la piedra angular de la posibilidad de hacer de la escuela el lugar donde la palabra circula y la diferencia vale la pena. Fortalecer la cultura oral en la escuela no significa trabajar única y exclusivamente las habilidades comunicativas, sino resignificar la escuela como el lugar de encuentro, diálogo y reconocimiento.