Granada, España
En este artículo nos acercamos, a través de la realización de cinco entrevistas semiestructuradas a trabajadoras sociales que trabajan en el campo de la violencia de género, a una mirada crítica acerca de esas intervenciones. Para ello partimos de la crítica feminista a los abordajes punitivos de las situaciones de violencia de género, que suponen una infantilización de las mujeres, al tiempo que se las homogeneiza y ampliamos la mirada acerca de lo que, en el contexto del estado español, venimos entendiendo por violencia de género. Siguiendo esta senda, las trabajadoras sociales entrevistadas nos comparten su frustración por encontrarse en un ámbito donde no solo carecen de recursos, sobre todo económicos y habitacionales, pero también formativos para las profesionales; sino en el que se desarrollan estrategias de resistencia que conectan con lo comunitario. Aspecto este que enfatizan como una forma de incluir la interseccionalidad y, por ende, la heterogeneidad y particularidad de las situaciones, en los abordajes sociales, abriendo caminos hacia la reparación y no solo al castigo.
In this article we approach social interventions with female victims of gender-based violence from a feminist critical perspective. Using a qualitative methodology based on five semi-structured interviews with social workers working in the field of gender violence, we examine their reflections on their work. These social workers criticize the infantilization and homogenization of women and describe the need to broaden the view of what we have come to understand as gender-based violence in the Spanish context. In this regard, the interviewees share their frustration at working in a field where they lack resources – especially financial and housing, but also in terms of professional training – despite the development of resistance strategies that connect with the community. This last aspect is emphasized as a way of including intersectionality and, therefore, heterogeneity and the particular features of each situation, into social approaches, opening up paths to redress and not merely punishment