Mauricio Santín Iriarte
Desde el banquete de Platón, particularmente con sus representantes, Erastés (el amante) y Erómenos (el amado), se pretende establecer un diálogo con el fenómeno psicosomático, uno que pueda cuestionar sus fines u objetivos. Eros y Tánatos debaten su protagonismo en esta particular enfermedad