Los tiempos actuales incluyen formas muy diversas de existir tras el acto de cortarse la piel. Las historias de vida y las organizaciones psíquicas subyacentes son heterogéneas, aunque se puedan describir cautelosamente algunas tendencias clínicas que suelen construir sentido para lo no representado. En este artículo se estudia el incremento de autolesiones en el adolescente de la sociedad actual y se exploran tres escenarios femeninos recurrentes: el acto que evacúa un dolor insoportable por reactivación de carencias tempranas, el corte como intento de liberación de un objeto invasor y el acto autolesivo como forma de reconectar con la vida después de una experiencia de vacío y muerte psíquica