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Thomas H. Ogden
Este artículo presenta una aclaración del concepto de identificación proyectiva a través de una delineación de la relación entre la fantasía y las relaciones objetales que están implícitas en este proceso psicológicointerpersonal. La identificación proyectiva se considera un conjunto de fantasías y relaciones objetales que involucran tres fases que, en conjunto, conforman una única unidad psicológica. En la fase inicial, el proyector fantasea con deshacerse de un aspecto de sí mismo y poner ese aspecto en otra persona de manera controladora. En segundo lugar, a través de la interacción interpersonal, el proyector ejerce presión sobre el receptor de la proyección para que experimente sentimientos que sean congruentes con la proyección. Finalmente, el receptor procesa psicológicamente la proyección y hace una versión modificada de la misma disponible para la re-internalización por parte del proyector.
La identificación proyectiva, tal como se formula aquí, es un proceso que sirve como: (1) Un tipo de defensa mediante la cual uno puede distanciarse de una parte no deseada o internamente amenazada de sí mismo, mientras que, en la fantasía, mantiene ese aspecto de sí mismo ‘vivo’ en otro. (2) Un modo de comunicación mediante el cual uno se hace entender ejerciendo presión sobre otra persona para que experimente un conjunto de sentimientos similares a los propios. (3) Un tipo de relación objetal en la cual el proyector experimenta al receptor de la proyección como lo suficientemente separado para servir como receptáculo de partes de sí mismo, pero lo suficientemente poco diferenciado como para mantener la ilusión de que se está compartiendo literalmente un sentimiento dado con otra persona. (4) Un camino para el cambio psicológico mediante el cual los sentimientos similares a aquellos con los que uno está luchando son procesados por otra persona, tras lo cual el proyector puede identificarse con la manera en que el receptor maneja los sentimientos generados.
La proyección y la identificación proyectiva se consideran como dos polos de un continuo de tipos de fantasías de expulsión de aspectos del self, siendo la primera vista principalmente como un fenómeno de una sola persona que implica un cambio en las representaciones del self y del objeto; en contraste, la segunda requiere que las fantasías proyectivas de uno influyan en objetos externos reales en una secuencia de externalización e internalización.
