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Carlota Urruela Cortés, Gabriela Pérez Reigosa, Óscar Herrero, Sergio Escorial, Roberto Colom
Introducción: En promedio, la población penitenciaria presenta menores puntuaciones cognitivas que la población general, aunque los internos son muy heterogéneos, por lo que sus puntuaciones en test cognitivos de naturaleza verbal y no-verbal pueden revelar patrones diferenciales de interés. Método: Consideramos 140 participantes divididos en cinco grupos: controles, internos no sexuales ni homicidas (otros internos), agresores sexuales con víctimas adultas (SVA) y con víctimas menores (SVM) y homicidas. Todos cumplimentaron dos subtest del WAIS-III para obtener estimaciones fiables de sus aptitudes verbales y no-verbales. Se calculó el cociente “matrices/semejanzas” (UIQ). Resultados: Los homicidas y agresores SVA presentaron menor aptitud general que los controles; agresores SVA y homicidas mostraron menor aptitud no verbal que los controles, los homicidas tuvieron una menor aptitud verbal que los demás grupos y los homicidas, agresores SVA y “otros internos” presentaron los mayores desequilibrios en el UIQ. Conclusiones: Los resultados apoyan la importancia de distinguir entre tipos de delincuentes para evitar generalizaciones infundadas al valorar sus capacidades cognitivas.
Introduction: On average prison populations show lower cognitive scores than the general population, but it is also acknowledged that inmates are highly heterogenous and that verbal and non-verbal ability scores might uncover differential patterns. Method: We consider 140 participants divided into five groups: controls, non-sexual and non-homicidal inmates (other inmates), sex offenders with adult victims (AVS) and child victims (CVS), and homicide offenders. All participants completed two WAIS-III subtests to obtain reliable estimates of their verbal and non-verbal abilities. The quotient ‘matrices/similarities’ (UIQ) was also computed. Results: Homicide and AVS offenders showed lower general scores than controls; AVS and homicide offenders showed lower non-verbal scores than controls; homicide offenders showed lower verbal scores than the other groups; and homicide, AVS offenders and “other inmates” were the most dissimilar groups regarding UIQ. Conclusions: The findings support the relevance of distinguishing among criminal offenders to avoid unwarranted generalizations when cognitive abilities are considered.
