De la reestructuración se espera que genere, entre otros aspectos, reducción de los gastos generales, disminución de la burocracia, adopción de decisiones más rápida, comunicación más fluida, mayor "espíritu emprendedor interno", mayor productividad y mayores beneficios. Sin embargo, su principal razón para ser y existir es hacer que la empresa sea más eficaz comparada con sus competidores. No obstante, que estas ventajas lleguen a materializarse es una cuestión muy distinta.