Jesica Siham Fernandez, Denise Salinas
La abolición es la erradicación o eliminación de condiciones y circunstancias que invaden nuestra humanidad y nuestras relaciones más que humanas. Ser libre es vivir con dignidad, y la abolición como libertad es experimentar el bienestar relacional, la curación intergeneracional y la prosperidad colectiva (Davis et al., 2021). En este artículo defino la psicología de la abolición como un conjunto de principios—teoría encarnada(theory in the flesh), justicia en la investigación y amor descolonial—que pueden ayudar a actualizar la decolonialidad y la liberación. La abolición como movimiento actúa para abordar, transformar y erradicar las formas hegemónicas de poder, lo cual es necesario para la liberación descolonial. Para avanzar en la liberación descolonial, la psicología debe comprometerse con la abolición para de esta forma poder alterar la colonialidad del poder arraigado en los sistemas de opresión. Por lo tanto, se describen tres principios de abolición en relación con ejemplos de estudios de casos alineados con la esperanza radical y la imaginación, hacía lo que Gloria E. Anzaldúa (1981) denomina El Mundo Zurdo—un mundo liberado en donde todos coexistimos. La psicología de la abolición, como principios de teoría encarnada, justicia en la investigación y amor descolonial, ayudan a fomentar un proceso decolonial para cultivar y sostener un cambio disciplinario en la búsqueda de y para la liberación.