Introducción:
Los anticuerpos monoclonales contra el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP) han supuesto una revolución en el tratamiento de la migraña, aunque un tercio de los pacientes no responden a estos fármacos. Una de las causas emergentes de no respuesta aparente podría ser la pérdida del efecto fin de dosis, como demuestra el caso de nuestra paciente.
Caso Clínico:
Mujer de 36 años con diagnóstico de migraña con aura desde la infancia y evolución a migraña crónica con cefalea diaria en los últimos 5 años asociando abuso de medicación y múltiples fallos a preventivos orales, toxina botulínica y dos anticuerpos contra el CGRP (erenumab y galcanezumab). Tras el inicio de eptinezumab trimestral, presenta una importante mejoría en el número de días de cefalea al mes durante las primeras 8 semanas, pero experimenta un claro deterioro fin de dosis en el tercer mes durante los dos primeros ciclos de tratamiento. Por ello, se ajusta su administración a cada 8 semanas con un excelente control de la frecuencia de su migraña.
Conclusión:
Los anticuerpos anti-CGRP pueden presentar pérdida de efecto fin de dosis, siendo necesaria su identificación para realizar ajuste posológico individualizado y evitar así, de manera errónea, etiquetarlo como un fracaso terapéutico. Nuestro caso demuestra, además, que los pacientes con migraña crónica refractaria a dos anticuerpos pueden responder a un tercer fármaco, en este caso a eptinezumab por vía intravenosa.
Introduction Monoclonal antibodies against calcitonin gene-related peptide (CGRP) have revolutionized migraine treatment, though one-third of patients do not respond to these medications. One of the emergent reasons for this apparent lack of response could be a wearing-off effect, as the case of our patient illustrates.
Clinical Case A woman aged 36 years with the diagnosis of migraine with aura since childhood, which transforms to chronic migraine and daily headache, with analgesic overuse for the past 5 years. She failed to respond to multiple oral preventatives, botulinum toxin, and two CGRP antibodies (erenumab and galcanezumab). After initiating quarterly eptinezumab, she noticed a relevant improvement in the number of headache days per month for the first 8 weeks but experienced a clear wearing-off effect during the third month of treatment, for two consecutive treatments. We altered administration to every 8 weeks, which better controlled her migraine frequency.
Conclusions CGRP antibodies can show a wearing-off effect, which should be identified in order to plan individualized treatment and avoid an incorrect interpretation as therapeutic failure. Our case also shows that patients with chronic migraine refractory to two antibodies can respond to a third CGRP antibody, in this case, intravenous eptinezumab.