María Ángeles Durán Heras
La Constitución de 1978 elevó la igualdad entre mujeres y hombres a la categoría de un bien político fundamental y expresó el deber de los poderes públicos de promover las condiciones adecuadas para lograrlo. En 1991, las mujeres siguen ocupando posiciones inferiores en el acceso al empleo, cualificación, renta, poder y tiempo propio disponible. Las contradicciones de la sociedad igualitaria se manifiestan en el ámbito público y en el privado. Según una encuesta nacional de 1990, el género se percibe como el tercer factor de desigualdad en la sociedad española, con una evolución reciente positiva y tendencia a continuar disminuyendo en intensidad en los próximos cinco años.
The 1978 Constitution defined women and men equality as a basic political asset and expressed the political powers obligation to promote adecuate conditions for obtaining it. In 1991, women continue in lower positions according to cualification, employment, income, power and available time for themselves. The contradictions of equalitarian society are visible in both private and public settings. According to a national survey (1990), gender is perceived as the third factor contributing to global inequality in Spanish society, although recent evolution is perceived positively and suposed to continue in the next five years.