Julio José Rama López, Nicolás Pérez-Fernández
Introducción. La información visual aporta datos acerca de la posición y el movimiento de la cabeza con respecto a los objetos y es fuente de referencia para la adecuada percepción de la verticalidad. Además, desempeña un papel específico en el control postural modificando la eficiencia de las respuestas vestibulares y propioceptivas. Objetivo. Determinar en pacientes con vértigo, mareo o inestabilidad cómo interactúa la información visual sobre su sintomatología y conocer el grado de discapacidad que produce. Pacientes y métodos. Se realizó el estudio de 200 pacientes vistos por mareo, vértigo, inestabilidad o desequilibrio. Analizamos los aspectos relacionados con la clínica de los pacientes. En primer lugar, la influencia que el estímulo visual tiene en los síntomas propios de la enfermedad vestibular y su repercusión en la situación entre crisis. En segundo lugar, el grado de discapacidad valorado por el cuestionario específico DHI (del inglés dizziness handicap inventory). Resultados. Respecto a la influencia que la estimulación visual tiene sobre la sintomatología principal, el 77,5% refería que no le afectaba, y el 21%, que le agravaba; en cuanto a la influencia de la estimulación visual durante el período intercrítico, en el 53,5% de los pacientes no era relevante, en el 26,5% no la afectaba, en el 4% la agravaba y en el 7,5% la inducía. Se observó la existencia de una afectación diferente según el tipo de enfermedad que sufría el paciente, y una mayor discapacidad según la influencia del factor visual. Conclusiones. Los ajustes posturales inducidos por el estímulo visual son capaces de provocar una desestabilización con serias consecuencias.